miércoles, 28 de octubre de 2009

La puerta.


Si, ya sé, vuelvo a lo mismo, pero las circunstancias mandan, sobre todo si uno quiere sentirse sincero; en el más amplio espectro de la palabra. A veces pienso en hacer otro blog con el que nadie pueda asociarme, para no acojonar a mis amigos, pero sería una huida hacia atrás. Qué sentido tiene publicar tus pensamientos o tus sensaciones a los cuatro vientos, ninguno es la respuesta más cabal ¿No sentirse solo? Es posible, auto ayuda...es posible, miedo...quizás, cansancio...probable, absurdo...cierto.
Hoy me he levantado a las 6.30, cansado pero me apetecía mucho escuchar música. Apenas ha despuntado la primera luz, la sombra de un gorrión que picoteaba el cristal del ventano de la puerta, me recordaba que tengo que darles su ración diaria de pan mojado. Que listos son los jodios, he vuelto a pensar en voz alta. Hace mucho tiempo, que ya creía en que la libertad es vivir asumiendo riesgos, no el estereotipo de poder decir "lo que a uno le da la gana" -que inocencia, o que inconsciencia o...que ignorancia. El ciudadano civilizado, llámese europeo, occidental u otras variantes, es como uno de esos pájaros que picotean el pan; pero "protegido" dentro de una jaula. Sólo desde la perspectiva de una muerte cercana se abre una puerta en esos barrotes. Deja de importarte todo lo fútil y empiezan a aparecer ante ti las cosas realmente importantes, si es que existen, esa es otra.
Ayer pasaba la revisión semestral con mi admirada, profesional y crudamente sincera oncóloga.
Aquí no existe el "vuelta y vuelta", se sirve todo tal y como es. Es mi tercera consulta con ella.
-Sabes, cuando viniste la primera vez, según mi experiencia te daba unos meses de vida tal vez un año. Ahora te veo muchísimo mejor,"nos estamos librando por tablas" -me dice con mirada seria- pero... siendo positivos piensa que ese bulto (doloroso) bajo la tetilla derecha, va a ser de grasa que se ha inflamado un poco -yo ni pestañeo, ya sé que va a decir "biopsia"-...pero te voy a mandar una ecografía urgente con punción -no me equivocaba- Ya he pasado por dos. Tal y como entré salgo de la consulta. Sigo teniendo abierta la puerta de la jaula.

Cuasífocles XXVIII-X-MMIX

3 comentarios:

carmen dijo...

Qué curioso! El viernes, presentando el libro de un amigo, yo decía que la única felicidad posible nacía de la inocencia y, más aún, de la inconsciencia. Qué pena que la sabiduría, tan frecuentemente, sea hija del dolor, de ser capaz de ver la jaula abierta. Querido amigo, estoy viviendo en la persona de un ser muy querido, un proceso como el tuyo. Al principio dijeron que no había nada que hacer pero lo cierto es que ahora se ha estabilizado y "disfrutamos" de lo que hay, creo que todos estamos viviendo más vívidamente, y, qué carajo, la consciencia no está reñida con la esperanza. Un abrazo.

Sebastián Mondéjar dijo...

¿Un gorrión picoteando el cristal para pedirte su ración diaria? Esa imagen sí que está cargada de sentidos reales y metafóricos. Y de buenos augurios. El gorrión es símbolo de la humildad (San Francisco hablaba con los gorriones); para los griegos representaba la fertilidad, y para los japoneses la lealtad. A estas alturas de tu ardua travesía, sapientísimo y valeroso Cuasífocles, tus palabras difícilmente pueden ya acojonarnos; porque, antes, durante y después de ellas prevalece siempre tu inquebrantable bonhomía. Ese "Ahora te veo muchísimo mejor" de tu doctora nos colma de esperanzas. Y ten por seguro que todos cuantos te queremos y necesitamos nos sentimos identificados con ese gorrión que picotea en tu puerta para pedirte su ración de pan mojado. ¡Pan mojado..., qué humilde alimento... para saciar la sed y el hambre que tenemos todos de que te restablezcas!

¡Salud y un fuerte abrazo, compañero!

Cuasífocles dijo...

Queridos Carmen y Sebastián, qué puedo decir... Creo que ¡Gracias! debe ser la palabra, no encuentro otra más acertada.